Principios fundamentales de radio biología
El nombre Rayos-X se usa para definir un tipo de radiación descubierta a finales del siglo XIX, invisible y capaz de atravesar cuerpos opacos y de impresionar películas fotográficas.
Los rayos-X constituyen una forma de radiación
electromagnética igual que la luz visible o las radiaciones ultravioleta e infrarroja y tienen una gran energía. Lo único que los distingue de las demás radiaciones electromagnéticas es su llamada longitud de onda que es un parámetro físico que indica el tamaño de una onda; los rayos-X tienen una pequeña longitud de onda y debido a ella tienen estas propiedades distintas a las de la luz visible y pueden penetrar a través del cuerpo y producir una imagen en una placa fotográfica.
Permiten obtener imágenes del interior del cuerpo e incluso de la configuración interna de objetos sólidos pero también son capaces de provoca reacciones biológicas diversas en los seres vivos y lesiones graves si la exposición es excesiva.
Los rayos X se obtienen mediante los llamados “tubos de rayos-X”. Básicamente un “tubo de rayos-X” es un recipiente de vidrio en el que se ha hecho el vacío. Los rayos-X se generan cuando una corriente de electrones procedentes de un filamento incandescente o cátodo (polo positivo) impactan, tras sufrir un proceso de aceleración, sobre una lámina de tungsteno que constituye el ánodo (polo negativo). La incandescencia del cátodo se consigue mediante una corriente eléctrica. La energía así generada impresiona una placa de características similares a las placas fotográficas dando lugar a la imagen radiológica o “radiográfica”.
La utilización de los rayos-X en radiodiagnóstico permite la visualización de las estructuras internas del cuerpo humano o de los animales según la opacidad que presenten los mismos.
Las placas radiográficas están formadas por una base flexible de poliéster recubierta por una emulsión de sales de plata. La energía (rayos X) que llega a la placa después de atravesar el cuerpo del animal, desencadena una serie de procesos químicos sobre la emulsión, precipitando estas sales de plata que se ennegrecerán al revelarla.
El ennegrecimiento de la película es directamente proporcional a la cantidad de energía (cantidad de radiación) recibida. Va desde el blanco absoluto al negro intenso pasando por una amplia gama de grises. Las estructuras corporales más densas o más gruesas, absorben más radiación que aquellas otras menos densas o más finas, y por tanto, al absorber más radiación, habrá una menor cantidad de radiación que llegue hasta la placa generándose una imagen más blanca (tejidos radiopacos).
Las estructuras que absorben menos energía, dejan pasar a través suyo una mayor cantidad de rayos y por lo tanto llegara a la placa una mayor cantidad de radiación, produciendo un oscurecimiento y dando una imagen más negra (tejidos radiolúcidos).
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